Capítulo 15

Me encontré a mi misma mirando el techo de mi habitación durante un tiempo indeterminado.

Mi corazón era un torbellino lleno de sensaciones.

Sorpresa, confusión, dudas, todo se aplicaba a lo que acababa de pasar.

¿Por qué lo hizo? Vale, Niall y yo habíamos trabado amistad rápidamente, pero la verdad es que no ha pasado siquiera un mes desde que nos conocimos.

No podía gustarle de aquella manera tan rápido ¿O si? O quizá lo hizo porque me encontraba vulnerable. 

Mi celular comenzó a vibrar.

"_____, soy Niall. Solo quería disculparme, fui impulsivo y no pensé. Lo lamento."

El corazón se me encogió.

No pasaron dos minutos cuando mi celular comenzó a sonar de nuevo, pero el tono indicaba una llamada entrante.

Cerré los ojos con fuerza, y en cuanto tomé el teléfono entre mis manos, me decepcioné al ver que era Julieta.

- ¿Tienes algo que contarme? 

Sonaba radiante.

- ¿A qué te refieres? - Pregunté confusa.

- Cierto chico acaba de llamar a Harry preguntando tu número ¡Por Dios, _____! Niall te invitó a salir ¿Verdad?

Mi mano se enredó en mi cabello y tiré de él frustrada.

- No, Juli, y no creo que vaya a hacerlo - Contesté, pensando en el episodio y mi estúpida reacción.

- ¿Por qué lo dices?

- Solo... No lo sé.

La oí suspirar.

- Yo creo que le gustas y no entiendo porque no podría suceder.

Mi ausencia de respuesta la instó a seguir hablando.

- Además, Niall le ha hablado a Harry de ti. Dijo que eras agradable, del tipo de chica que quiere conocer a fondo... ¿Estás escuchándome?

Sacudí la cabeza casi dejando escapar el teléfono de mi mano.

- ¿Qué? Sí, estoy aquí.

- ¿Entonces?

- Vaya, yo... - Balbucee - Hablamos mañana ¿De acuerdo?

- ¡Recuérdame que te diga algo importante!

- ¿Qué?

Juli soltó una risa.

- Oh, tendrás que esperar a mañana.

-

Me sumí en un sueño extraño.

Tenía frío y tiritaba dentro de mi pequeña camisa de tirantes, sacudí la cabeza y miré a mi alrededor. Todo estaba tan oscuro.

Mis pies pegajosos patinaban por la tierra húmeda, estaba descalza.

Me sentía débil, aún así vacía. Hasta que sentí unos brazos alrededor de mí.

Giré y sus ojos azules se estrellaron sobre los míos. Niall. Quería abrazarlo, iba a abrazarlo.

Pero el movimiento de mis brazos lo espantó o le disgustó, y poco a poco, su agarre de desvaneció, junto a su anatomía entera. Y allí, volví a quedarme sola.

- ¡No!

Mi propio grito me despertó, mi cuerpo desprendía sudor y el corazón galopaba a latidos.

El sol comenzaba a salir, el reloj marcaba cinco de la madrugada, había dormido toda la noche.

Mi estómago rugió imponente, delatando la ausencia de la cena de la noche anterior. Cerré los ojos con fuerza y los abrí, diciéndome a mi misma que solo fue un sueño.

Me dirigí a la cocina, sabía que era temprano pero aún así no me apetecía dormir más.

Horas después, llegué al instituto.

Mi corazón dio un vuelco al ver a Niall en el salón, hablaba animadamente con Harry.

Me quedé parada allí, hasta que Harry me vio, y por ende, Niall no tardó en voltear a verme.

Les sonreí tímidamente, Harry me saludó con la mano, Niall... Él simplemente se mantuvo como estaba. Se me encogió el corazón.

- Eh, hasta que al fin llegas.

El rostro de Julieta denotaba felicidad, enredó su brazo al mío y me sacó del salón, cuando yo ni había alcanzado a dejar mis cosas en mi asiento.

- No lo vas a creer.

- Ya, dime - Hablé apoyándome contra la pared detrás de mí.

Mi amiga se cruzó de brazos.

- ¿Te ocurre algo?

Sacudí la cabeza.

- Solo me molesta que me hayas dejado intrigada toda la noche - Mentí, esbozando una sonrisa.

Ella rodó los ojos.

- Harry me pidió que sea su novia.

Mis ojos se abrieron con sorpresa junto con mis labios.

- ¿Y tú has dicho...?

- ¡Que sí! - Gritó, y luego se echó a reír.

Abracé a mi amiga, aún semi sorprendida.

- ¡Wow, felicidades Juli, no lo esperaba!

Me dedicó una radiante sonrisa antes de entrar nuevamente al salón.

Lo único que podía pensar era en como las cosas ocurrían tan rápido.

Pero ese pensamiento se esfumó a medida que el día transcurría. La clase de historia, se convirtió en una lenta tortura.

Niall no me dirigía la palabra, y si tenía que hacerlo, se limitaba a decir lo justo. No podía quejarme ni reprocharle, no me trataba mal, no era cortante. Simplemente mantenía la misma distancia que yo fije ayer cuando interrumpí el imprevisto beso.

El sentimiento de culpa comenzó a invadirme con el paso de los minutos. Me sentía mala, desconsiderada. Y las palabras de ayer aún repicaban en mi mente.

"...Dijo que eras agradable, del tipo de chica que quiere conocer a fondo..."

Vaya ¡Estúpida _____! Ni siquiera le di importancia en el almuerzo al hecho de que Zayn y Carly se hayan sentado en nuestra mesa.

Ahora que lo traía al caso, casi no había pensado en él en estos días. Supongo que mi mente decidió bloquearlo después de aquella terrible conversación, cuyo punto había quedado en nada.

En cuanto el timbre de salida sonó, me preparé cautelosamente. Fui la primera en juntar mis cosas y salir disparada del salón, pero no en dirección a la salida.

Me recosté en la pared a un lado de la puerta del salón viendo como todos salían.

Saludé con la mano a Harry y Juli que me miraron extraños después de entrelazar sus manos y dirigirse a la salida.

Pocos segundos después, la cabellera rubia hizo paso y me armé de valor. Antes de que pudiese acabar de cruzar la puerta, aferré mi mano a su brazo, deteniéndolo.

Tragué saliva en cuanto Niall se volteó con la expresión sorprendida.

-

Les dejo capítulo chicas, espero sus bellísimos comentarios.

Las quiere,

Ana

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