De seguro Niall pensó que yo sería la última persona en detenerlo.
Como se había mostrado distante durante el día, yo había hecho lo mismo. Pero poco funcionaba cuando lo intentaba. Aunque no le hablase, no podían pasar 10 segundos sin que yo le lance una mirada rápida y por supuesto, mis oídos estaban atentos a cualquier sonido proveniente de su voz.
Pero él, él pareció no haberse percatado de mi asistencia durante todo el día.
La mirada de sorpresa pasó a un ceño ligeramente fruncido y por último, la sombría e inquietante indiferencia en su expresión.
Niall me miró durante unos segundos en los cuales no dije nada, y luego, bajó su mirada e mi mano enredada a su brazo.
- ¿Podemos hablar?
Acabó por girarse en sus pies entorno a mí, dándome a entender que era todo oídos. Pero lo que más me dolía es que aún estando así, solos, no me dirigiese la palabra.
Sin poder aguantar la situación un segundo más, suspiré.
- No soporto que estés enojado conmigo.
Mi voz sonó más débil de lo que sonaba en mi interior.
Pero para mi sorpresa y alivio, los ojos de Niall se suavizaron sobre los míos.
Noté como disimuladamente se aclaraba la voz y vagaba sus ojos de mí a sus pies, de sus pies a mí.
- No estoy enojado contigo, ______. Estoy enojado conmigo.
Y mi rostro expresó el desentendimiento por si solo.
- ¿No estás enojado conmigo? - Pregunté, viendo como se pasaba la mano por la porción de cabello de su nuca.
Negó con un movimiento de cabeza.
- No, claro que no. Tú deberías estar enojada conmigo, yo estoy enojado conmigo. No debería haberte besado, ______ y lo siento.
- ¿Te arrepientes de haberlo hecho?
La pregunta escapó de entre mis labios inconscientemente, mi estómago se estrujó ¿Acaso yo no le gustaba?
Niall esbozó una media sonrisa.
- Sí - Admitió en voz baja, luego volvió a verme - No era el lugar ni el momento, actué sin pensar.
- Pero ¿Qué te hizo hacerlo?
Mi subconsciente gritaba que dejase de hacer esas estúpidas preguntas y que esfumara esos corazones imaginarios que de repente mi mente había formado alrededor de él.
La pregunta pareció incomodarlo, se removió inquieto en su lugar, su mano volvió a enterrarse en su nuca.
- No lo sé... - Dijo desviando la mirada - No quiero que pienses que lo hice aprovechándome de la vulnerabilidad del momento, yo... Solo lo sentí.
Niall volvió a hablar antes de que pudiera responder.
- Entiendo tu reacción y no te culpo. Hoy me comporté así porque supuse que no querrías ni verme. Me gustas, _____, eres bonita e interesante. Solo quería que lo sepas.
- Niall, yo...
Su mano se alzó frente a mí interrumpiéndome.
- No tienes que decir nada, probablemente lo arruiné y lo entiendo.
No sé que rayos me llevó a esto, pero en el momento en que sus labios se cerraron, sellé los míos contra ellos.
Las lágrimas de arrepentimiento picaban en mis ojos ¿Por qué no darle una oportunidad?
Mi respuesta lo dejó anonado, pero no tardó dos segundos en corresponder mi beso, esta vez se sentía increíblemente mágico. Sus labios suaves como copos de nieve chocando en roces contra los míos.
Mis manos se entrelazaron detrás de su cuello juntando nuestros cuerpos, y fueron directas a enredarse los cortos cabellos rubios de su nuca.
Sentir su abrazo alrededor de mi cintura era confortante, dulce, protector.
Había pasado estas semanas comiéndome la cabeza con Zayn y no me había detenido a ver el encanto de chico que tenía frente a mí.
El sonido de una puerta cerrarse nos sacó de órbita y rompí el beso para cazar un respiro. Mi sonrisa se sumó a la suya, no podía quitar mi mirada de aquellos focos azules.
Sentí unos pasos y ambos volteamos al mismo tiempo.
Una punzada extraña me atravesó.
Los pantalones de mezclilla, su varcity jacket color rojo y el negro azabache de su cabello.
Había pasado al lado nuestro y siquiera me percaté.
Los pasos de Zayn eran casi zancadas, largos, duros y seguros. Lo vi salir por la puerta y mi corazón se detuvo.
- Malik no correrá con el chisme - Dijo Niall.
- Lo sé - Improvisé una sonrisa, pero por dentro arremolinaba.
-
Niall me acompañó a la puerta de mi casa donde compartimos uno que otro beso más.
Cerré la puerta detrás de mí con las famosas mariposas merodeando por mi estómago, de un momento al otro, se sentía tremendamente bien.
Había procurado censurar el episodio de Zayn, pero golpeaba mi cabeza impidiéndome olvidar.
¿Qué pasará por su cabeza ahora?
Nada, por supuesto. Está enamorado, es feliz y su vida ya no coincide con la mía.
Me pregunto cómo habrán sucedido las cosas entre ellos, cómo Zayn se le declaró, como serían sus citas...
Él es la persona más atenta y considerada que conocí en mi vida, de seguro la hacía sentir una princesa cada segundo de su relación.
No dejaba de pensar en lo malditamente asombroso que debería ser Zayn como novio.
-
¡Hola, hermosas!
Veo que muchas pasaron por la nueva novela y si no lo hicieron, les dejo el link:
RightBehindYouNovela.blogspot.com
Les dejo capítulo y ya marcho a subir en la otra :)
Las quiere,
Ana
